Elige impactar (positivamente).
Cuando empiezas a idear un negocio, una de las preguntas más importantes es: ¿Es simplemente una fuente de ingreso o estás haciendo ésto porque quieres hacer algo para mejorar la vida de las personas?
Cuando la respuesta es la primera, el negocio nace sin alma, sin un propósito. Es esta clase de negocios en los que la gente no encuentra un lugar en el cual sentirse a gusto y desarrollarse. Eso se nota en los servicios y productos desarrollados y, lo más importante, los clientes lo notan. Estos negocios, normalmente, tienen una vida corta y todos los involucrados al final sienten que han perdido su tiempo.
Cuando la respuesta es la segunda, se crea una cultura que fomenta el bienestar, tanto en colaboradores como en clientes. Sus servicios y/o productos son relevantes para sus clientes. Son las empresas que tienen un impacto en la vida de todos a quienes toca.
Las empresas que buscan mejorar la vida de las personas tienen una oportunidad de mercado que no se limita en tiempo ni en geografía, tienen una mayor libertad de maniobra ya que las personas que trabajan en ella están dispuestos a hacer hasta lo imposible por cumplir su propósito y no fallarle a sus clientes.
Para crear ese tipo de empresas, siempre, alguien, tuvo que haber tomado la decisión de tener un impacto positivo. Normalmente son más difícil de crear, diseñar y operar, pero ofrecen mucho más satisfacciones.
Dinos que piensas y sientes…