Archives April 2019

Magia en modo flatulencia

Completamente innecesaria, sí, pero quienes lo activan aseguran que es una sonrisa prácticamente garantizada.

El Tesla tiene la funcionalidad dentro de sus “huevos de pascua” de generar ruidos de gases humanos. Puedes activarlo directamente con un botón o seleccionar la funcionalidad de que cada vez que actives la direccional se reproduzca un sonoro pedo en el sistema de audio.

Eso es una estupidez, por supuesto, pero es una estupidez que a los dueños de un Tesla les encanta. A mí también. No sólo es el reflejo de un humor infantil, es una joya del customer experience.

Tesla ha logrado generar nuevos puntos de contacto del cliente con la marca. En esos puntos de contacto generados de manera intencional, al ser un extra (ya que el desempeño del auto es extraordinario) es donde el amor por la marca se arraiga.

La magia que la marca ha logrado es innegable y el evangelismo que los usuarios de un Tesla llegan a profesar, es comparable , o incluso supera a los amantes de apple.

¿En tu empresa que puntos de contacto generan magia, amor y evangelistas?

Tómate un minuto para platicamos lo que piensas…

Quéjate de los millenials

Todo lo que quieras.

Y luego vamos a adentrarnos en una cosa positiva, de entre muchas, que tiene esa generación que ya es parte fundamental de la fuerza laboral.

Al tener tan arraigada la idea  que tienen de contribuir positivamente en el mundo, los millenials están buscando empresas en las cuales ese ideal pueda verse realizado.

La mala noticia para las empresas que han nacido por el simple hecho de hacer dinero es que eso no será suficiente para atraer ese nuevo talento.

La buena noticia para todos nosotros y el futuro de nuestro planeta, es que hay empresas que sí tienen un propósito organizacional positivo o, por lo menos, se han dado cuenta que lo necesitan.

Tener un planeta lleno de marcas y empresas con propósito y significado es justamente lo que hace falta para que las personas se sientan felices y exitosas, y así podamos vivir en un mundo de abundancia.

Tómate un minuto para platicarnos lo que piensas…

Verse bien y, tal vez, jugar súper

Yo compré todo el ajuar: tennis, playera, short, calcetas y hasta calzones. Estaba preparado para entrenar y correr mis primera carrera de 10 KM. Empecé a entrenar y después de 1 semana me lesioné los ligamentos pata de Ganso. El doctor me dijo que no debería volver a correr nunca jamás.

Ya no corrí. No estoy loco. Pero eso no me impidió sentirme empoderado por esos 10 días que estuve entrenando. El hábito puedo no hacer al monje pero sí lo hace sentir como eso.

De este tipo de emociones se cuelgan las marcas al trabajar con patrocinios. Tiger Woods tiene un nivel de golf que no va a cambiar si se viste de una u otra manera, pero para el aficionado sí que es importante. Hay que comprar los palos que usa Tiger, la camisa que usa, los pantalones y hasta los zapatos. No sólo se siente empoderado, también ante sus iguales lo legitimiza y hasta podría subirle el estatus.

Así de poderosas las relaciones de las marcas con personajes sobresalientes. Esto sucede en cualquier tipo de marca: deportivas, automotrices, tecnológicas, instrumentos musicales, etc.

¿Cómo puedes relacionar tu marca con algún personaje líder en su ramo, influencer o como quieras llamarlo? En algunas ocasiones, ni siquiera tienes que pagar un patrocinio. Podría ser que simplemente sigues su ethos y lo incorporas en la cultura de tu organización.

Tómate un minuto para platicarnos lo que piensas…

Salida perfecta

Rush ha decidido separarse. Ya lo hicieron. Ouch, sí duele, y mucho, saber que ya no vamos a poder admirar a esos titanes en vivo.

Y la forma en que lo han hecho es digna de dedicarle unos momentos de análisis.

Sus integrantes han decidido poner un final a Rush en medio del éxito: después de más de 40 años en activo y 20 álbumes de estudio, nunca han gozado de más apoyo de sus seguidores. ¿Por qué hacerlo justo ahora?

Y no se trata de un tema de sentido dramático de salir del acto justo en el clímax de una carrera. Se trata del otro, del que, como debería ser siempre, importa más: el fan. Ante la expectativa de una disminución en el desempeño de la banda, Geddy dice que nunca entregarían a los fans menos de lo que esperaban ver en el escenario.

Esa ética es de por sí extraordinaria en el arte. Es mucho más rara de encontrar en el ámbito empresarial: Hay empresas que suben como la espuma y llegan a un punto donde no pueden cumplir las promesas o el nivel de desempeño que se merece el cliente.

Se imaginan que una empresa llegara con sus clientes y les dijera: “El siguiente es el último producto/servicio que voy a ofrecerles. Mi estructura ya no tiene la fortaleza para darte algo perfecto, como se lo merecen. Con ésto anunciamos el retiro”.

Si no exisitieran la obligaciones para con los socios, dueños, etc. Si fuera una empresa privada con un equipo de líderes compacto, ¿Se podría anunciar algo así? ¿O los clientes están esperando que las empresas sean inmortales?, aunque, como Jeff Bezos lo ha declarado, incluso Amazon morirá algun día? “Amazon no es demasiado grande para fallar. De hecho, predigo que algún día la marca fracasará e irá a la bancarrota. Si observas a las grandes empresas, su vida útil suele ser de más de 30 años, pero no más de cien”.