Archives June 2019

Podría no ser para tí…

Cuando empiezas un negocio, y estás siguiendo tus sueños o una corazonada, tienes algo específico en mente. O al menos, así debería ser.

Ese algo específico, por definición, no puede ser todo: es un algo. Y esa alguitud, lo separa del resto de las ideas, servicios, productos y marcas.

Al darle forma al modelo de negocio, vas cortando sobrantes, rasurando; adhieres un atributo y quitas otro, y al final llegas a una hipótesis de algo que debiera funcionar según tu razonamiento.

De manera simultánea, con esas decisiones, vas definiendo tu segmento objetivo. Y es con ese segmento en mente, que refinas el concepto inicial. Dejando fuera al resto de los segmentos, los que no encajan con tu concepto, dejas fuera sus solicitudes, necesidades y exigencias. Debes entonces escucharlos, pero apartar sus argumentos de la influencia sobre tu servicio, producto o marca. NO es para ellos.

Por eso, cuando eres fiel a tu segmento y tu concepto, debes tener la capacidad de decirle a los demás: “Podría no ser para tí…pero si lo es, aquí estoy”.

Dinos qué piensas y sientes…

Abundancia, no dinero ni estatus.

Por algunos días, he estado escuchando el podcast de Naval Ravikant.

Estuvo en el podcast de Joe Rogan, del cual soy un escucha regular, y me llamó muchísimo la atención una gran cantidad de cosas que dijo. Lo más seguro es que vaya a estar escribiendo reflexiones durante algunos días en adelante.

Empiezo con la frase “Busca abundancia, no dinero ni estatus.” Primero, define abundancia como un modelo que pueda estar creciendo de manera autónoma, sin que te hayas convertido en el cuello de botella de la máquina que hayas diseñado.

Si eres doctor o abogado, o hasta consultor, al asignar una tarifa por hora, la cantidad de ingresos que puedes generar está limitado por la cantidad de horas que puedes trabajar.

Por lo que dice Naval que hay que buscar la forma de apalancar el conocimiento específico que hayamos generado a lo largo de nuestra vida. Ya sea convirtiéndote en inversionista, teniendo participación en alguna empresa o siendo el fundador de una.

Por definición, todas las anteriores deberían estar generando riqueza sin que seas tú quien está, de hecho, produciendo el servicio o producto que la empresa ofrece.

El dinero en corto plazo es, o una falacia o un golpe de suerte. Eso sin contar a los que nacen con una fortuna en su seno familiar. El gran resto de nosotros tendremos que hacer algo por conseguirlo.

El camino es largo (normalmente requerirá de, al menos, 8 años) para alcanzar un nivel de estabilidad e independencia financiera en un modelo que retorne ganancias cada vez mayores, pero las recompensas serán tangibles. Si ves que alguno o algunos de tus amigos lo han alcanzado antes, o por un golpe de suerte, no te flageles, esos casos son muy poco comunes.

Buscar el estatus, ya sea por obtener dinero rápido, o por ocupar una posición política o de celebridad, es de corto plazo, vacío y trae muy pocas recompensas personales.

Entonces, construir un modelo que se apalanque por medio de la tecnología, las redes (personales o sociales), o en algún otro elemento es el camino más seguro para conseguir la riqueza.

Dinos que piensas y sientes…

P.D. Yo traduje intencionalmente abundancia del término que Naval usa: wealthy, porque me queda mejor a mí. Podrías usar riqueza si eso te hace más feliz y no cambiará nada.

Todos en la arena de batalla

El mundo, con el avance tecnológico en forma de celulares omnipresentes y redes sociales, generando una comunicación a un costo de prácticamente cero, nos lleva a tener incidencia, al menos potencialmente, en todo el resto de del planeta.

Eso nos lleva a que, si queremos prosperar, tendríamos que competir por los recursos con absolutamente todos los habitantes del globo. Fuf, abrumador, ¿no?.

El primer error sería ver el mundo como una arena de batalla: Cuando estás bajo un esquema mental de suma cero, las oportunidades se contraen y diseminan. Debemos encontrar la manera de cambiar nuestro chip hacia una visión de abundancia. No es tan difícil si buscamos la evidencia correcta.

El segundo error sería ver a todos como competencia, y no como potenciales aliados. Todos necesitan de alguien en algún momento de sus vidas. Nadie es autosuficiente, a menos que te vayas a vivir a la montaña y aprendas técnicas de supervivencia como Bear Grills.

Si vemos al vecino con compasión (con la intención genuina de que sea feliz) y luego lo conocemos y entendemos, encontraremos un terreno común en el cual las motivaciones suyas y nuestras se alinean. Es en ese terreno común, e identificando oportunidades donde, en lugar de competidores, podríamos encontrar aliados valiosísisimos para nuestra propia realización y prosperidad.

Dinos qué piensas y sientes…