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Mejores clientes

No se trata únicamente de que paguen más; se trata de que perciban, sientan, y entiendan mejor el valor que generas para ellos.

Quien se siente que ha echo un buen deal, es quien concluye que ha obtenido un beneficio claro, que puede “palparlo” y que puede platicarlo.

No hay nada mejor que un cliente que se siente inteligente por haber decidido comprarte eso que ofreces.

Esos se convertirán en clientes leales, clientes recurrentes, clientes que te aprecian a tí y a tu marca y, lo mejor de todo, clientes evangelistas.

¿Cómo haces sentir a tus clientes? ¿Hay fricción en tu proceso? ¿Es un paseo por las nubes trabajar con tu marca? Tal vez no necesitas mejores clientes, sino mejorar la experiencia de los que tienes.

Tómate un minuto para platicarnos lo que piensas…

Salida perfecta

Rush ha decidido separarse. Ya lo hicieron. Ouch, sí duele, y mucho, saber que ya no vamos a poder admirar a esos titanes en vivo.

Y la forma en que lo han hecho es digna de dedicarle unos momentos de análisis.

Sus integrantes han decidido poner un final a Rush en medio del éxito: después de más de 40 años en activo y 20 álbumes de estudio, nunca han gozado de más apoyo de sus seguidores. ¿Por qué hacerlo justo ahora?

Y no se trata de un tema de sentido dramático de salir del acto justo en el clímax de una carrera. Se trata del otro, del que, como debería ser siempre, importa más: el fan. Ante la expectativa de una disminución en el desempeño de la banda, Geddy dice que nunca entregarían a los fans menos de lo que esperaban ver en el escenario.

Esa ética es de por sí extraordinaria en el arte. Es mucho más rara de encontrar en el ámbito empresarial: Hay empresas que suben como la espuma y llegan a un punto donde no pueden cumplir las promesas o el nivel de desempeño que se merece el cliente.

Se imaginan que una empresa llegara con sus clientes y les dijera: “El siguiente es el último producto/servicio que voy a ofrecerles. Mi estructura ya no tiene la fortaleza para darte algo perfecto, como se lo merecen. Con ésto anunciamos el retiro”.

Si no exisitieran la obligaciones para con los socios, dueños, etc. Si fuera una empresa privada con un equipo de líderes compacto, ¿Se podría anunciar algo así? ¿O los clientes están esperando que las empresas sean inmortales?, aunque, como Jeff Bezos lo ha declarado, incluso Amazon morirá algun día? “Amazon no es demasiado grande para fallar. De hecho, predigo que algún día la marca fracasará e irá a la bancarrota. Si observas a las grandes empresas, su vida útil suele ser de más de 30 años, pero no más de cien”.

Propósito y supervivencia

El ser humano se ha impuesto a si mismo un nuevo salto evolutivo.

Las tecnologías exponenciales y los sistemas que ha desarrollado a lo largo de la era industrial están llegando a un punto de colisión. De este choque solo un lado va a sobrevivir y los momios están todos a favor de las TExp.
La vida lenta, de supervivencia, casi de pastoreo llega a un fin abrupto. Y esto nos obliga a esa evolución de pensamiento, emocional, intelectual y cultural.

La persona que no tenga un propósito perderá fuerza, impulso y dirección. La persona que no tenga una meta extraordinaria no podrá ser feliz en esta era extraordinaria. La persona que no tenga un propósito no vera razones para seguir luchando, buscando, reinventándose.

Si hay una cosa que las personas y las empresas deben buscar este año, como parte de su estrategia, es su propósito.

Proyectos maratónicos

Que se prolongan, desgastan y dejan de ser rentables.

Los equipos se ciclan y pierden la motivación. El cliente se cansa y se sube en su macho. Pero es justo con estos proyectos con los cuales se separan los improvisados de los que la pasión y el compromiso los impulsa.

Puede parecer que no tiene sentido. Y de hecho, no hace sentido de negocio durante un período demasiado prolongado. Pero cuando se finalizan, los equipos se vuelven familia y los clientes se convierten en amigos.

El hecho de no haber abandonado el barco hace que el éxito sepa más dulce aún.

Hay que tener paciencia y determinación. Y entender que, cuando llega un proyecto de este tipo a nuestras manos será un dolor, será un parto, pero ahora cómo vamos a amar a ese chamaco.

Dueño de tus decisiones

En el top 10 de cosas liberadoras.

Si tomaste una decisión hazte dueño de ella y de sus consecuencias.

Pensar que alguien, o algo más, nos orilló a tomar una decisión nos vuelve espectadores y nos saca del círculo de control sobre lo que hacemos y lo que nos pasa.

El problema con esto es que, tener en la mente todos los escenarios y las razones por las cuales ese alguien o algo nos puso en esa situación, es desperdiciar recursos valiosísimos en una tierra infértil.

Una vez que tomamos control sobre lo que decidimos y lo que nos pasa, todos esos recursos se liberan y podemos usarlos para lo que verdaderamente importa: estar a la altura de nuestras propias vidas.

Conocimiento y definición

¿Qué es más difícil? ¿Conocerse o definirse?

La segunda es imposible sin la primera, aunque muchas empresas empiezan así. Y en ocasiones se encuentran en un nicho o industria que es tan noble que pueden pasar años antes de que sea necesario entrar en estos menesteres filosófico-corporativos.

Si no se tiene una buena definición del negocio, se corre el riesgo de querer ser todo para todos y terminar siendo nada al querer satisfacerlos a todos, tanto clientes como empleados.

Un conocimiento propio sincero podría evidenciar que no se tiene ninguna fortaleza y que el negocio ha sido un golpe de suerte. O también podría ser que sí se tienen muchas fortalezas y hay ahí más oportunidades de negocio que no han sido explotadas.

Todo empieza con un viaje de introspección corporativa y lo que se encuentra en éstos, podría cambiar totalmente el rumbo de la estrategia del negocio.

Tienes que confiar en el método

Si ya estuviste años analizando. Si ya estuviste leyendo, estudiando, imaginando. O si ya tuviste la oportunidad de traer a un profesional, y te explicó su método y te pareció correcto, confía en el proceso y deja que las cosas vayan construyéndose.

Si existe un método y te gustó cómo sonaba, deja que las personas diseñen, propongan y exploren el problema. Entre más control quieras tener, entre más estrés y ansiedad le inyectes al equipo, más estrecha será su visión, y la solución carecerá de creatividad.

Ahora que, si tu equipo de profesionales no posee un método, bien podrías echar a correr de una vez.

Como bodhisattvas

El Budismo Mahayana (el vehículo mayor) tiene una intención de llevar a todos los seres a la iluminación.

El bodhisattva es cualquier practicante de esta rama del Budismo que hace un juramento lleno de amor y digno de la más grande admiración: detiene su propia iluminación y jura trabajar por la iluminación del resto de los seres antes de llevarse a si mismo a alcanzar la propia. Cuánto amor y cuánto valor y desapego.

En HMT, con humildad y guardando toda proporción, hemos hecho un juramento inspirados por esa acción tan valiente y desinteresada de los bodhisattvas: no podremos sentirnos exitosos si no hemos primero hecho que nuestros clientes hayan alcanzado el éxito.

Por eso nos adentramos a lo más profundo de sus negocios y los hacemos nuestros. Entendemos sus preocupaciones y sus sueños. Buscamos en cada rincón oportunidades de reforzar e impulsar, de propulsar la empresa que nos abrió sus puertas y la gente que nos abrió sus corazones.

Al involucrarnos a estos niveles terminamos amando las empresas de nuestros clientes tanto como a la nuestra.

Su éxito es nuestro éxito. Sus sueños son nuestros sueños.

Sólo así se hace lo imposible por ustedes. Ustedes son nosotros. Y no descansamos hasta haber generado wow, hasta que lo entregado sea tangibly awesome.

No me gustan los números

“No quiero verlos porque me estreso”. Así el candor y la honestidad de alguien apasionado por su empresa y lo que ha construido.

Si te encanta lo que haces y has luchado contra viento y marea para crearlo, lo más sensato sería cuidarlo por todos los frentes.

Pero el ser humano genera sus propias realidades y si existe algo que pueda sacarlo de la realidad que se ha generado a sí mismo en su mente, esa información es vista como carga, como molesta. Como si apartando la vista las cosas fueran a manejarse solas.

Hay que buscar activamente toda la información que se pueda. Eso sí, que sea relevante y oportuna.

Hay que asumir el rol y la responsabilidad de dirigir la empresa y la vida de quienes forman parte de ella. Hay que estar.

El poder de los rituales 2 de 2

La Godínez organizando el pastel para cada cumpleañero. La cena de fin de año. Las “novatadas”.

Hay un significado más allá de lo canal que parecen. Generan hábitos. Generan vínculos. Las personas se sienten parte de un grupo, y ese grupo se convierte en la comunidad a defender de extraños, lo cual arraiga aún más el sentimiento de pertenencia.

Sentirse parte de algo más grande que uno mismo permite al cerebro dotar de significado nuestras acciones, nuestro estrés y hasta nuestros fracasos. Pero también dota de significado ante el día a día. Antes, los rituales conectaban con lo divino y preparaban para la batalla.

Así, los rituales en el lugar de trabajo dotan de sentido, pertenencia, bienestar, hábitos, productividad y hasta diversión.

¿Cuál es el ritual que existe en tu empresa y en ninguna otra?