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Buscando el WOW

La métrica más sencilla para determinar si estás haciendo lo correcto es: ¿Estás haciendo lo mejor que puedes?

En HMT tenemos como valor cultural la búsqeda constante del WOW.

Si algo que hemos desarrollado no nos causa un sentimiento de asombro, entonces se va de nuevo a la mesa de trabajo o se elimina totalmente y se vuelve a empezar.

Somos el primer filtro, y el más riguroso, para decidir si algún proyecto es digno de mostrarse a nuestros clientes.

Si estás haciendo lo mejor que puedes, puedes estar tranquilo contigo mismo y los resultados, para los cuales, muchas cosas están fuera de tu control, pueden venir ya que siempre serán bienvenidos como un aprendizaje y no como un regaño.

Dinos lo que piensas y sientes…

Si no le da pena a tus clientes

Cuando te dejan plantado. Cuando hay una junta de revisión de entregables o de avance, y no llegan o cancelan o te dicen que están muy ocupados, y lo hacen de manera reiterada, hay una gran probabilidad que lo que les entregas no les está agregando ningún valor.

Tu promesa comercial podría estar desconectada de lo que en verdad estás produciendo. Puede ser que te vendiste súper bien y que la brecha entre esa expectativa que les generaste y los resultados a los que estás llegando, sea tan grande que has dejado de ser relevante.

Puede ser que, en un principio, no hayas sido capaz de hacerle entender a tu cliente lo que podía esperar de tu trabajo.

Puede ser también que la experiencia que estás generando, aunque tu productos ea espectacular, va apagando la emoción que había durante el proceso de venta.

También podría ser que no estás sabiendo cacarear los huevos y nadie está notando lo espectacular de tu servicio.

Como sea, si no estás en los primeros lugares de prioridad en la mente de tus clientes, entonces no estás haciendo lo que tu negocio necesita: que tus clientes no quieran vivir sin tí, sin tus productos o servicios. Y si para tus clientes lo que ofreces no es determinante en sus vidas, entonces tienes una marca o empresa sin propósito, sin significado.

Dinos qué piensas y sientes…

Bienvenidos los clientes difíciles

Piden, demandan y exigen. Saben lo que quieren y lo que necesitan. No la solución, pero sí tienen idea de cómo se ve su mundo una vez solucionado el problema en cuestión.

Tienen la capacidad de ver cosas en su empresa y también en el proceso de rediseño de la misma.

Son difíciles pero no a lo tonto: son difíciles de complacer.

Gracias a ellos se forja el carácter de las organizaciones.