Cuando el enfoque es rey

Para esas privilegiadas y atormentadas mentes, para las cuales la producción de ideas y conceptos es continuo.

Esas mentes tienen la fortuna de nunca detenerse. Ni los aciertos ni los fracasos las frenan. Siguen produciendo y lanzando y probando nuevas cosas. Esas mentes tienen el potencial de transformar equipos, empresas, industrias y el mundo.

Pero también, por lo general, son su propio peor enemigo, porque al estar sacando todo el tiempo algo nuevo, lo anterior o deja de ser interesante o simplemente no hay tiempo para ver que llegue hasta sus últimas consecuencias.

Si se logra someterlas a un ejercicio de introspección, prelación y eliminación, pueden convertirse en un motor de innovación. Si no se logra, es mejor dejarlas que se vayan como cometa y no dejarlos quebse conviertan en juggernaut.

¿Cómo podríamos…

Así empieza el proceso para cualquier proyecto con design thinking. Así debería empezar cualquier proyecto. Más aún, así debería empezar cualquier conversación o junta que busque resolver algún problema o lograr algún objetivo de negocio.

El tema es más que sintáctico. La pregunta ¿cómo podríamos?, primero, abre la posibilidad de encontrar la forma de hacer eso que se busca. Si preguntamos “¿Se podrá…?” Entonces ya estamos aceptando que tal vez algo no se pueda hacer.

“Podríamos” es plural e incluyente. Invita al equipo a sumarse a la búsqueda y también habla de disfrutar todos del éxito.

Así de fuerte es aquí el tema de forma es fondo. Así de poderosas son las palabras.