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Los expertos

“Ustedes son los expertos…” Y luego se voltea a preguntar hasta al vecino, cambiando todo y matando el concepto.

Acudir a alguien que se dedica a algo, y que has contratado, precisamente porque tú no puedes, ni debes, ponerte a hacer de todo, tiene sus beneficios. Obviamente si se hacen bien las cosas.

Las recomendaciones te llevan a una persona o empresa que puede ayudarte pero, una vez que sabes de su existencia, solo su trabajo previo y el click que hagas con las personas debe regir tu decisión.

Una vez hecha la decisión se requiere un ejercicio de confianza.

Si cada elemento que se desarrolle vas a preguntarle a tus amigos y familia, al final tendrás un Frankenstein.

Muy bien intencionados tu familia y amigos, pero es muy poco probable que todos sepan mucho de todos los temas y sus opiniones, ni siquiera coinciden con los de tu mercado meta.

Para evitar errores, sigue las recomendaciones de quienes contrates, siempre cuestionando y buscando respuestas soportadas. Siempre tomando la decisión final tú y no en consensos interminables.

Tómate un minuto para platicarnos lo que piensas y sientes…

Red de apoyo profesional

Cuando alguien sufre un acontecimiento desafortunado, es más fácil de sobrellevar, resolver y superar si se cuenta con una red de apoyo emocional.

Esta red de apoyo pueden ser familia, amigos, conocidos, vecinos y hasta grupos de face. Y sí sirven. Todo mundo que haya tenido el infortunio de haber pasado por un mal día y haya podido recurrir a su círculo de soporte puede corroborarlo.

Pero, ¿Y las empresas? Yo no he escuchado de ninguna empresa que cuente con una red de apoyo similar al de las personas.

Imaginen que una máquina de su planta truena, los más obvios sustitutos serían la competencia. ¿Tendrían la confianza de acercarse y pedirles su ayuda?

Si alguna o algunas de sus personas clave llegaran a ausentarse, ¿en qué situación los deja? Crisis total y absoluta.

¿Con quién estaría bien formar esta red? ¿Competencia directa? ¿Servicios similares en otros mercados? El simple concepto, ¿Es factible implementar en el mundo empresarial?

Me encantaría escuchar sus opiniones…

Vete al glaciar y déjate morir…

Existe un mito (aunque algunos no lo consideran un mito) que los Inuits, los eskimales, cuando llegan a una edad avanzada y ya no pueden producir más de lo que consumen, se van caminando hacia lo más desolado de su territorio y esperan ahí la muerte.

En nuestra posición, decir ya no puedo, ya a mi edad no puedo hacer algo nuevo, o simplemente decidir retirarse representa una sentencia de muerte. Casi como salir caminando al helado paraje de los Inuits.

Actualmente, empresas como @humanlongevity, @elevianinc o @celularity, están desarrollando tecnología para extender los años que una persona puede vivir, viviendo bien.

Pensar en una caducidad productiva es una de las principales causas que se correlacionan con la muerte. Es un cambio de esquema mental que parece indicarle a nuestro cuerpo que ya se puede preparar para abandonar esta vida.

Así de intenso y determinante para nuestro presente y futuro cercano es sostener esa intención de hacer algo grande. Contar con un propósito es el primer paso para mantener el motor encendido.

Dueño de tus decisiones

En el top 10 de cosas liberadoras.

Si tomaste una decisión hazte dueño de ella y de sus consecuencias.

Pensar que alguien, o algo más, nos orilló a tomar una decisión nos vuelve espectadores y nos saca del círculo de control sobre lo que hacemos y lo que nos pasa.

El problema con esto es que, tener en la mente todos los escenarios y las razones por las cuales ese alguien o algo nos puso en esa situación, es desperdiciar recursos valiosísimos en una tierra infértil.

Una vez que tomamos control sobre lo que decidimos y lo que nos pasa, todos esos recursos se liberan y podemos usarlos para lo que verdaderamente importa: estar a la altura de nuestras propias vidas.