Bienvenidos los clientes difíciles

Piden, demandan y exigen. Saben lo que quieren y lo que necesitan. No la solución, pero sí tienen idea de cómo se ve su mundo una vez solucionado el problema en cuestión.

Tienen la capacidad de ver cosas en su empresa y también en el proceso de rediseño de la misma.

Son difíciles pero no a lo tonto: son difíciles de complacer.

Gracias a ellos se forja el carácter de las organizaciones.

Mejores clientes

No se trata únicamente de que paguen más; se trata de que perciban, sientan, y entiendan mejor el valor que generas para ellos.

Quien se siente que ha echo un buen deal, es quien concluye que ha obtenido un beneficio claro, que puede “palparlo” y que puede platicarlo.

No hay nada mejor que un cliente que se siente inteligente por haber decidido comprarte eso que ofreces.

Esos se convertirán en clientes leales, clientes recurrentes, clientes que te aprecian a tí y a tu marca y, lo mejor de todo, clientes evangelistas.

¿Cómo haces sentir a tus clientes? ¿Hay fricción en tu proceso? ¿Es un paseo por las nubes trabajar con tu marca? Tal vez no necesitas mejores clientes, sino mejorar la experiencia de los que tienes.

Tómate un minuto para platicarnos lo que piensas…

“No sigas tu pasión…”

“Yo quisiera ser jugador profesional en la NBA. El basquet es mi pasión, pero sé que nunca voy a llegar a eso”.

En ningún momento seguir tu pasión debe entenderse como “ponte a hacer lo que más te gusta”. Además, esta frase asume que las personas tenemos una única pasión, lo cual, también está equivocado.

El ejercicio de introspección debería ser mucho más profundo, como lo sugiere @steven_kotler en su minilibro “Ferocity”. Tus intereses, junto con las cosas que te apasionan, deberían convertirse en un propósito en tu vida, para que, a su vez, se conviertan en un motor que te impulse a hacer cosas, y no sólo pensarlas o verlas desde la banca.

Ahora, una vez que hayas decidido que esa pasión es algo que vale la pena perseguir por medio de un emprendimiento, debes hacerte dos preguntas:

  • ¿Soy malo o soy bueno en esto? Si eres bueno felicidades, ahi la llevas y vas a ahorrar mucho tiempo y dinero en el proyecto. Si eres malo, decide si con esfuerzo vas a volverte bueno, y considera si ese tiempo puedes invertirlo en mejorar.
  • ¿Mi actividad/idea/proyecto tiene mercado? Si tiene mercado adelante. Persíguelo con todo lo que tienes y deja el pellejo en el campo. Si no tiene mercado vuelve a empezar la introspección.

Todos tenemos intereses que interseccionan con pasiones, que interseccionan con grandes problemas mundiales. Lo que significa que podemos encontrar una pasión capitalizable. Sólo se necesita chamba, mucha chamba para dar con ella…y luego, cuando la encuentres, más y más chamba.

Tómate un minuto para decirnos lo que piensas…

Desconfianza de ensueño

No hay testimoniales. Tampoco encuentras la ciencia que lo respalda. Busqué uno, sólo un módulo de prueba, para ver si esa app era para mí, y no tenía.

Independientemente de si la app funciona (que aún no sé, porque no llegué a probarla) dreamsgen cometió pecados de mercadotecnia que le quitarían el sueño a cualquier gerente o director de customer experience.

Tómate un minuto para platicar los qué piensas y sientes…

Quéjate de los millenials

Todo lo que quieras.

Y luego vamos a adentrarnos en una cosa positiva, de entre muchas, que tiene esa generación que ya es parte fundamental de la fuerza laboral.

Al tener tan arraigada la idea  que tienen de contribuir positivamente en el mundo, los millenials están buscando empresas en las cuales ese ideal pueda verse realizado.

La mala noticia para las empresas que han nacido por el simple hecho de hacer dinero es que eso no será suficiente para atraer ese nuevo talento.

La buena noticia para todos nosotros y el futuro de nuestro planeta, es que hay empresas que sí tienen un propósito organizacional positivo o, por lo menos, se han dado cuenta que lo necesitan.

Tener un planeta lleno de marcas y empresas con propósito y significado es justamente lo que hace falta para que las personas se sientan felices y exitosas, y así podamos vivir en un mundo de abundancia.

Tómate un minuto para platicarnos lo que piensas…

Verse bien y, tal vez, jugar súper

Yo compré todo el ajuar: tennis, playera, short, calcetas y hasta calzones. Estaba preparado para entrenar y correr mis primera carrera de 10 KM. Empecé a entrenar y después de 1 semana me lesioné los ligamentos pata de Ganso. El doctor me dijo que no debería volver a correr nunca jamás.

Ya no corrí. No estoy loco. Pero eso no me impidió sentirme empoderado por esos 10 días que estuve entrenando. El hábito puedo no hacer al monje pero sí lo hace sentir como eso.

De este tipo de emociones se cuelgan las marcas al trabajar con patrocinios. Tiger Woods tiene un nivel de golf que no va a cambiar si se viste de una u otra manera, pero para el aficionado sí que es importante. Hay que comprar los palos que usa Tiger, la camisa que usa, los pantalones y hasta los zapatos. No sólo se siente empoderado, también ante sus iguales lo legitimiza y hasta podría subirle el estatus.

Así de poderosas las relaciones de las marcas con personajes sobresalientes. Esto sucede en cualquier tipo de marca: deportivas, automotrices, tecnológicas, instrumentos musicales, etc.

¿Cómo puedes relacionar tu marca con algún personaje líder en su ramo, influencer o como quieras llamarlo? En algunas ocasiones, ni siquiera tienes que pagar un patrocinio. Podría ser que simplemente sigues su ethos y lo incorporas en la cultura de tu organización.

Tómate un minuto para platicarnos lo que piensas…

Siente más, ama aún más.

Amar y sentir es lo que nos hace humanos.

Entre más ejercitamos nuestra capacidad de amar, más desarrollamos nuestra habilidad de entender.

Entender es una habilidad clave en el desarrollo de negocios.

Tanto hacia afuera, entendiendo a nuestros clientes podemos atenderlos mejor, haciendo que nuestro negocio tenga sentido. Como también hacia adentro, entendiendo a nuestros colaboradores podemos ofrecerles algo que sea relevante en su plan de vida y así lograr que hagan cosas extraordinarias por la empresa y los clientes.

El entendimiento genera amor y viceversa. En el juego de Ender, el protagonista, al tener el objetivo de entender a profundidad a sus enemigos, acababa amándolos.

Date la libertad y el compromiso de sentir más y amar más. Es rentable.

Propósito y supervivencia

El ser humano se ha impuesto a si mismo un nuevo salto evolutivo.

Las tecnologías exponenciales y los sistemas que ha desarrollado a lo largo de la era industrial están llegando a un punto de colisión. De este choque solo un lado va a sobrevivir y los momios están todos a favor de las TExp.
La vida lenta, de supervivencia, casi de pastoreo llega a un fin abrupto. Y esto nos obliga a esa evolución de pensamiento, emocional, intelectual y cultural.

La persona que no tenga un propósito perderá fuerza, impulso y dirección. La persona que no tenga una meta extraordinaria no podrá ser feliz en esta era extraordinaria. La persona que no tenga un propósito no vera razones para seguir luchando, buscando, reinventándose.

Si hay una cosa que las personas y las empresas deben buscar este año, como parte de su estrategia, es su propósito.

La riqueza del proceso

No hay algo que pueda asegurar resultados. Sin embargo, sí que puede evitar muchos dolores de cabeza.

Seguir un proceso definido puede ayudar a que los esfuerzos del equipo, así como la atención de los clientes se enfoquen en las actividades correctas. Si un proyecto es visto como una lista de ToDo’s, se corre el riesgo de ponerse a hacer cosas que no se necesitan en el momento presente.

Además, la ansiedad de tener resultados finales puede ser gestionada de mejor manera: saber que un diseño es un paso intermedio y no un producto final permite entender a los involucrados que un concepto se define por etapas y las autorizaciones son más fluidas.

Regresando al tema de que ninguna herramienta te asegura llegar a resultados correctos, contar con un proceso y puntos intermedios de control, permite corregir desviaciones de manera oportuna y no encontrarse con un resultado final que difiere totalmente de lo que estaba en mente de un cliente.

Asegúrate de tener pasos intermedios de revisiones y validaciones, así no tendrás que empezar de cero un producto terminado.

El auge de las suscripciones

Lo que viene primero a nuestra mente es Netflix. Han crecido de manera exponencial y ahora ya están produciendo contenidos rivalizando con el mismísimo Hollywood.

Pero el modelo de suscripción ha rebasado todas las fronteras de las industrias y ahora hay suscripción de productos para rasurar, vinos, cajas sorpresa (ya sé…) y hasta de compras y envíos con Amazon.

La diferenciación y ventajas que una suscripción ofrece viene de varios puntos: contenido exclusivo, premieres, trato vip, accesos exclusivos, personalización, concierge…etcétera.

Las ventajas de los usuarios o clientes son como lo mostré, pero ¿y qué de las ventajas para las empresas? Por mencionar algunos:

  • Lealtad con costo de abandono.
  • Compras con economías de escala.
  • Planeación en la producción permitiendo eliminar mermas.
  • Ingresos pagados por adelantado.
  • Escalabilidad basado en tecnología.
  • Generación de data relevante.

Así que si tu producto o servicio es sujeto de suscripción (que casi todo lo es), y no lo has hecho aún, ya te tardaste.