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Conoce las expectativas

Una simple pregunta puede evitar muchísimos malos entendidos, tiempo y hasta clientes: ¿Qué esperas, o esperabas, obtener?

Cuando un cliente llega y te dice: “Esto no está funcionando” muchas veces ni siquiera sabe por qué no. Existe una posibilidad de que sea solamente un sentimiento o incluso una percepción equivocada.

Si es un sentimiento o una percepción, lo primero para poder corregir, es saber qué tenía en mente como resultado del producto o servicio. Ese es el primerísimo paso.

De ahí ya todo es más fácil: o se corrige para cubrir sus expectativas, o el cliente modifica sus expectativas con la nueva información, o de plano se termina la relación de negocios y cada quien sigue su camino.

Una cosa es segura: el cliente se sentirá escuchado y atendido. De facto, su nivel de satisfacción mejorará y se deja la puerta abierta a un entendimiento.

Un comentario final. Si el cliente estaba feliz con el servicio o producto, y de la noche a la mañana cambió de parecer, levanta la antena para ver quién fue el gran “consejero” que con sus opiniones hizo que tu cliente desviara su camino…A ese personaje hay que atenderlo también.

Diversificar sociedades

La diversificación de los riesgos normalmente se entiende por tener más de una fuente de recursos. Lo más común es pensar en muchos clientes para no depender solamente de uno. También viene la diversificación de producto, de servicio, de zona y hasta de negocios o industrias.

La última es la más deseable, ya que los ciclos naturales de una industria, si tenemos dos negocios en la misma, podrían acabar con los ingresos de nuestros negocios.

Por eso es mejor tener negocios en más de una industria.

Pero hay, para los empresarios de mypymes de alto valor, otra diversificación que muchas veces es subestimada: la diversificación de socios.

Cuando has tenido una alianza comercial o sociedad exitosa con alguien, es común pensar que si arrancan una nueva empresa las cosas saldrán igual de bien. Normalmente, éste no es el caso.

Las características que cada socio tiene, y que lo hicieron efectivo en un negocio, no necesariamente son replicables en otro. La nueva empresa es un animal totalmente distinto y lo más seguro es que se requieran otras capacidades y una mezcla nueva de habilidades.

Más allá, si en una empresa las cosas no salen bien y los ánimos se encienden, se pone en un riesgo aún mayor todas las sociedades en las cuales se comparten socios.

Se recomienda mucha cautela y mucha astucia para leer a las personas y determinar si los conocimientos y caracteres serán compatibles en el nuevo negocio.

Proyectos maratónicos

Que se prolongan, desgastan y dejan de ser rentables.

Los equipos se ciclan y pierden la motivación. El cliente se cansa y se sube en su macho. Pero es justo con estos proyectos con los cuales se separan los improvisados de los que la pasión y el compromiso los impulsa.

Puede parecer que no tiene sentido. Y de hecho, no hace sentido de negocio durante un período demasiado prolongado. Pero cuando se finalizan, los equipos se vuelven familia y los clientes se convierten en amigos.

El hecho de no haber abandonado el barco hace que el éxito sepa más dulce aún.

Hay que tener paciencia y determinación. Y entender que, cuando llega un proyecto de este tipo a nuestras manos será un dolor, será un parto, pero ahora cómo vamos a amar a ese chamaco.

Tarjetas cero anualidad

Y luego tienen una tasa de 76% anual.

El ser humano así es. No profundiza. Ve algunos datos y toma su decisión. Luego busca elementos para justificarla.

Pero eso no disculpa a quien crea esa clase de productos. Hay un elemento de ética en la merca. En el ámbito de los negocios, hace 70 años era adulado quien lograba ser más listo que sus clientes. Sólo existía la suma cero.

Hoy es inaceptable desarrollar productos, servicios o empresas con el único afán de aprovechar una debilidad en el carácter de las personas.

Somos mejores que eso.

Aquí no hay democracia

Al tomar decisiones bde negocio creer en que una encuesta debería dicañtar el curso de la acción, es impráctico y, al no contar con toda la información pertinente el universo encuestado, normalmente se cometen errores al tomar al pie de la letra los cuantitativos.

Nadie conoce el caso como el equipo que diseña la solución ( Si esto no es cierto, dejen todo y hagan que sea cierto ya). Sólo este equipo cuenta con la mayor cantidad de información relevante. Este equipo cuenta con experiencia resolviendo casos, al menos, similares. Nadie mejor capacitado para tomar la decisión final sobre un diseño.

Por otro lado, querer transmitir al universo encuestado toda la info que requiere para una decisión informada es menos probable que funcione.

Así que, sí, plantea, muestra, haz preguntas, escucha opiniones y toma la decisión final.

Dueño de tus decisiones

En el top 10 de cosas liberadoras.

Si tomaste una decisión hazte dueño de ella y de sus consecuencias.

Pensar que alguien, o algo más, nos orilló a tomar una decisión nos vuelve espectadores y nos saca del círculo de control sobre lo que hacemos y lo que nos pasa.

El problema con esto es que, tener en la mente todos los escenarios y las razones por las cuales ese alguien o algo nos puso en esa situación, es desperdiciar recursos valiosísimos en una tierra infértil.

Una vez que tomamos control sobre lo que decidimos y lo que nos pasa, todos esos recursos se liberan y podemos usarlos para lo que verdaderamente importa: estar a la altura de nuestras propias vidas.

Ya me casé…ya puedo ser feliz.

Si crees que este fue el objetivo, y que ya lo que viene es pura relajación y disfrute, te tengo noticias: apenas empieza la verdadera chamba.

Un pensamiento parecido sucede en quienes abren un negocio o montan una empresa; mucho más si es la primera: creen que iniciar operaciones es EL LOGRO y que una vez abierto ya se puede ir en modo automático.

Por supuesto. Seguro que hubo muchísimo esfuerzo detrás del proyecto de apertura. Ese sueño hecho realidad se ha cristalizado. Pero, ¡ahí es justo cuando empieza el trabajo!

Animales en las cajas de jugo

Siempre se me hizo un truco barato llenar los empaques de jugos, cereales y otros alimentos con dibujos de animales.

Años más tarde y después de tener dos bebés todo me queda claro. Las marcas, completamente irrelevantes para los infantes, se convierten en el personaje. “Quiero jugo de hipopótamo. Quiero cereal de tigre”. Y ay de tí si no compras en ese momento el jugo o el cereal.

A veces la solución más obvia es la que funciona mejor. Y eso ya lo aprendí.

Sólo una cosa. Antes de ir por el mundo llenando todo de dibujos de animalitos, mejor entendamos a quién mueven esos animalitos.

Ya con éstas

Se tienen 25 ideas en la mesa. Todas, de alguno u otra forma, resuelven el problema en cuestión. El equipo no tiene claro cuál debería ser la seleccionada. Alguien dice: “Ya párenle. Ya con estas. Hay que escoger una”.

Aquí está pasando una de dos cosas: o todas son súper buenas o todas apestan.

Cuando una idea causa awe, se sabe. Es un sentimiento claro de sorpresa, emoción, admiración y hasta felicidad. Es como ver un cuadro que nos atrapa. Es ese sentimiento de erizamiento en brazos al oír el solo de Coming back to life.

Si todas las ideas causan ese tangibly awesome que siempre buscamos en HMT… simplemente échalas a la suerte, eso sí, asumiendo que todas están alineadas a la estrategia.

Si ninguna trae ese awe…entonces a regresar al lienzo en blanco.