Para quién es el Diseño de Empresas

Como el Business Design provee los métodos y las herramientas para desarrollar y probar un modelo de negocio, entonces el Diseño de Empresas es, y debería ser, para todos aquellos que vayan a crear un negocio o sean líderes en alguno ya operando.

El Diseño de empresas te ayuda a desarrollar modelos de negocio innovadores, crear y capturar valor, transformar una idea o propuesta de valor en un negocio real y aterrizado.

Dinos que piensas y sientes…

Y chécate el video en https://www.youtube.com/watch?v=xcnihxt3vpA

Diseñando empresas

Los tiempos lo requieren.

Ya no deberíamos hacer un negocio, u operar uno, sin un trabajo riguroso y metodológico para idear un modelo de negocio que esté centrado en las personas y que vaya a ser robusto en el corto mediano y largo plazos.

La cantidad y calidad de nuevas empresas, los cambios tan acelerados y estrepitosos en los mercados y las tendencias de los consumidores, y las tecnologías exponenciales están poniendo una presión enorme en las empresas que ya existen y en las que están gestándose.

El diseño de empresas ayuda, y mucho, para generar una innovación de rompimiento centrada en las necesidades y emociones de las personas.

Dinos que piensas y sientes…

Y chécate el video en https://www.youtube.com/watch?v=xcnihxt3vpA

Ansiedad social paralizante

“Nombre, imagínate, si truena, ¿qué voy a hacer? ¿Y qué van a decir de mí?”

De alguna u otra manera, la duda y el miedo llegan a todos los emprendedores del mundo. Si no lo sintieran estarían locos. Pero, muy lejos de dejar de sentir ese miedo, la verdadera proeza es, a pesar de ese miedo, seguir adelante con tus planes y tus sueños.

Ahora, no me malentiendan, no se trata de aventarse a armar un negocio sin haber hecho un verdadero análisis de lsus probabilidades de éxito, y de todo lo que se necesita hacer para que el proyecto se critalice y opere. No, se trata de que aún despues de haber hecho todos esos análisis y planes, a pesar de haber recabado información y confirmado la viabilidad del negocio, se mantenga ese temor dentro de nosotros. Ese temor que muchas veces es paralizante.

Aquí, un ejercicio de introspección es necesario. Es indispensable separar los miedos y clasificarlos.

De todos los miedos que puede una persona sentir, uno de los más paralizantes es la ansiedad social. Esa que te hace que en la cabeza te imagines a tus amigos o a tus papás o a tus compañeros (you name it), con sus caras de lástima o soberbia diciéndote “te lo dije”.

Bueno, todo eso está en tu cabeza, lo más probable es que esas escenas nunca sucedan. Y, si de hecho suceden, deberas aplicar el plan HP (hazte como que no lo oyes). Ignóralos. Tu crecimiento, tu desarrollo y tus metas son tuyas. Nadie va a luchar la batalla por tí. Apóyate de los que te apoyan y da el salto al abismo. Podría ser una ilusión óptica y tal vez haya piso firme debajo de tus pies. Sólo da el primer paso.

Dinos qué piensas y sientes…

Podría no ser para tí…

Cuando empiezas un negocio, y estás siguiendo tus sueños o una corazonada, tienes algo específico en mente. O al menos, así debería ser.

Ese algo específico, por definición, no puede ser todo: es un algo. Y esa alguitud, lo separa del resto de las ideas, servicios, productos y marcas.

Al darle forma al modelo de negocio, vas cortando sobrantes, rasurando; adhieres un atributo y quitas otro, y al final llegas a una hipótesis de algo que debiera funcionar según tu razonamiento.

De manera simultánea, con esas decisiones, vas definiendo tu segmento objetivo. Y es con ese segmento en mente, que refinas el concepto inicial. Dejando fuera al resto de los segmentos, los que no encajan con tu concepto, dejas fuera sus solicitudes, necesidades y exigencias. Debes entonces escucharlos, pero apartar sus argumentos de la influencia sobre tu servicio, producto o marca. NO es para ellos.

Por eso, cuando eres fiel a tu segmento y tu concepto, debes tener la capacidad de decirle a los demás: “Podría no ser para tí…pero si lo es, aquí estoy”.

Dinos qué piensas y sientes…

Abundancia, no dinero ni estatus.

Por algunos días, he estado escuchando el podcast de Naval Ravikant.

Estuvo en el podcast de Joe Rogan, del cual soy un escucha regular, y me llamó muchísimo la atención una gran cantidad de cosas que dijo. Lo más seguro es que vaya a estar escribiendo reflexiones durante algunos días en adelante.

Empiezo con la frase “Busca abundancia, no dinero ni estatus.” Primero, define abundancia como un modelo que pueda estar creciendo de manera autónoma, sin que te hayas convertido en el cuello de botella de la máquina que hayas diseñado.

Si eres doctor o abogado, o hasta consultor, al asignar una tarifa por hora, la cantidad de ingresos que puedes generar está limitado por la cantidad de horas que puedes trabajar.

Por lo que dice Naval que hay que buscar la forma de apalancar el conocimiento específico que hayamos generado a lo largo de nuestra vida. Ya sea convirtiéndote en inversionista, teniendo participación en alguna empresa o siendo el fundador de una.

Por definición, todas las anteriores deberían estar generando riqueza sin que seas tú quien está, de hecho, produciendo el servicio o producto que la empresa ofrece.

El dinero en corto plazo es, o una falacia o un golpe de suerte. Eso sin contar a los que nacen con una fortuna en su seno familiar. El gran resto de nosotros tendremos que hacer algo por conseguirlo.

El camino es largo (normalmente requerirá de, al menos, 8 años) para alcanzar un nivel de estabilidad e independencia financiera en un modelo que retorne ganancias cada vez mayores, pero las recompensas serán tangibles. Si ves que alguno o algunos de tus amigos lo han alcanzado antes, o por un golpe de suerte, no te flageles, esos casos son muy poco comunes.

Buscar el estatus, ya sea por obtener dinero rápido, o por ocupar una posición política o de celebridad, es de corto plazo, vacío y trae muy pocas recompensas personales.

Entonces, construir un modelo que se apalanque por medio de la tecnología, las redes (personales o sociales), o en algún otro elemento es el camino más seguro para conseguir la riqueza.

Dinos que piensas y sientes…

P.D. Yo traduje intencionalmente abundancia del término que Naval usa: wealthy, porque me queda mejor a mí. Podrías usar riqueza si eso te hace más feliz y no cambiará nada.

Galleta gourmet para tu perro

Pero, en realidad, no es para tu perro. Es para tí.

No es que vayas a comerte la galleta. Pero lo que sí te has comido es la historia de que tu perro necesita esa galleta para ser feliz.

Y no me mal entiendan, ¡Amo a los perros! Hacer feliz a nuestros perros está súper. Ellos nos hacen felices, deberíamos buscar también su felicidad, y si la galleta gourmet los hace felices, démosles a montones.

El punto interesante aquí es que, obviamente, las empresas no mercadean éstos productos a los perros, aunque muchos dueños los dejen viendo la tele. Estos productos se mercadean a los dueños. Y generalmente, la narrativa mostrará un perro feliz que se merece esa galleta porque es un tipazo con su dueño. Entonces, como el perrito se lo merece, hay que comprársela y hasta remordimiento de consciencia tendremos si no se la compramos.

¿Qué tan ético es apelar al remordimiento de alguien para impulsarlo a adquirir un producto? ¿Qué sentimientos genera en las personas? Como dijera Yukai Chou, es #blackhat #gamification. Es útil: genera resultados de corto plazo. Pero, ¿Cuál será el sentimiento de las personas en el largo plazo?

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Ser nerd es cool

Ni geeks, ni frikis. Nerds.

Hace 30 años, era como se les llamaba a quienes sobresalían en su rendimiento académico y/o a quienes gustaban de coleccionar cómics (No confundir con los tetos).

También hace 30 años, @starwars y @marvel infectaron a la generación x con una enfermedad crónica pero muy divertida, y súper rentable: el fanatismo.

Cómo es que los nerds llegaron a dominar el mundo, es conversación para otro post, sin embargo, hoy muchas marcas toman como pirncipal segmento objetivo a todos esos nerds, hoy convertidos en orgullosos padres, con un mayor poder adquisitivo que hace 30 años, con la capacidad de hacerse de figuras coleccionables, playeras, libros, DVD’s, cosplays, y un larguísimo etc.

Pero la pasión no se detiene en su propia persona, el Nerd adulto proyecta su fanatismo en las nuevas generaciones y disfrazan al hij@, al sobrin@ y hasta al perro. Más merchandising, más fanatismo.

Y el fanatismo es acrecentado porque ser Nerd ha sido reivindicado: antes eras impopular si te clavabas en libros o cómics que estuvieran fuera del mainstream. Hoy, esas corrientes SON el mainstream y, entre más sabes, más cool eres. Por fin, el chavito marginado es el popular. Y lo más importante, se ha convertido en un Evangelista de la Marca.

Todo eso ha sido perfectamente leído por las casas productoras como @disney, dueñas de las franquicias más rentables y han generado universos enteros que se autoperpetúan. El Nerd no tiene llenadera, y mientras siga clavado en esos mundos fantásticos y poniendo su dinero en vivirlos, las marcas seguirán produciendo nuevas formas de experimentarlos. Vaya, hasta hoteles hay ahora para vivir por unos días como nuestros héroes favoritos…¿Quién se lanza conmigo?

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No hay experiencia perfecta

Entonces, ¿Por qué la gente espera justamente eso?

Los estándares han subido. Muchas empresas, al enterarse que la lealtad y el evangelismo se generan a partir de las experiencias de marca, han puesto enfados en generar experiencias extraordinarias como medio principal de diferenciación.

Ha puesto la muestra Apple con su diseño de producto donde en la experiencia, el usuario aprende a usarlo de manera intuitiva. Tesla, matando a las empresas automotrices con un producto extraordinario, pero con un servicio de venta y postventa fuera de serie.

También suben la barra los shows en TV y streaming como chef’s table, wobi, the profit, donde se exhiben empresas y experiencias alrededor de todo el mundo, en las cuales, la excelencia en el servicio y en el producto no sólo son resultado de la casualidad, sino que se construye de manera deliberada por medio de los líderes y la cultura de una marca.

También suben la barra los líderes de opinión del estilo de trendhunter y coolhunter, mostrando lo último en entretenimiento, moda, diseño, etc.

De manera especial, la están subiendo miles de negocios micro: restaurantes, mezcalerías, artistas, diseñadores de moda, sastres, fundados por apasionados dueños de negocio, que han seguido sus sueños y están entregando el mejor producto. Antes no nos hubiéramos enterado, hoy, esos millones de experiencias extraordinarias mipyme tienen cara y voz para millones a través de las redes sociales.

Todo eso contesta nuestra pregunta con la que empezamos: ¿Por qué la gente espera una experiencia perfecta?

Aunque nunca lo hayamos experimentado, lo hemos vivido a través de medios indirectos. Ya hay una expectativa alojada en la mente. Y siempre, siempre, nuestros cerebro compara la experiencia real con la expectativa en nuestro cerebro.

¡Qué bueno! Que se friegue…

“Qué bueno que le esté costando trabajo. Así las cosas caerán por su propio peso”.

Así me dijo un empleado de un cliente, refieriéndose a uno de sus compañeros.

La idea de que le vaya mal a una persona en una organización sea una buena noticia, habla de una descompsición en su cultura. Puede ser que dicha persona no ha sido el mejor compañero. Puede ser que ha destacado muy por encima de los demás. Puede ser que sea torpe, holgazán o malintencionado. Pero pensar que si le va mal algo bueno puede salir de ahí, es no entender la estrategia y las consecuencias negativas para el negocio. En el peor de los casos, es querer que le vaya mal a esa persona y al negocio.

Muchos empleados insatisfechos boicotean a sus propias empresas. Los niveles superiores ni se enteran. O se dedican a apagar fuegos sin saber qué los causó, o se dedican a subir la escalera corporativa ellos mismos. De cualquier manera, ¿cuál debería ser la respuesta correcta ante un elemento podrido?´¿Cuáles son los comportamientos que la organización propicia, al premiarlos o castigarlos, ya sea, de manera formal o informal?

Va una visión ideal: la persona que se ha percatado de ese elemento negativo se acerca a ella, intenta averiguar el problema, intenta apoyar para resolverlo, intenta integrar a ese elemento por medio de la empatía. Esa persona sabe que si le va mal a esa manzana podrida, le val mal al desempeño, se queda mal con los clientes y le va mal al negocio, lo cual rebota, siempre, en el resto de las personas.

Si lo anterior no surte efecto entonces deben exisitr los canales de comunicación adecuados para exponer las preocupaciones, soportadas de elementos objetivos.

Los líderes toman acción y transforman, tamizan o transfieren y en el último de los casoss, terminan la relación.

Pero todo eso únicamente sucede en una cultura abierta, honesta, positiva. Una cultura que impulsa el desarrollo de las personas. Que se preocupa por su bienestar.

Dinos lo que piensas y sientes…

El poder de los retos virales

Fear of missing out + necesidad de pertenencia + status + posibilidad de influenciar…

La mezcla de 4 poderosas fuerzas que moldean el comportamiento, hacen que un reto en redes sociales sea súper difícil de dejarlo pasar sin siquiera intentarlo por lo menos una vez:

FOMO: Fear Of Missing Out. Ese sentimiento que puedes reconocer con facebook al no poder checar el feed por muchas horas. ¿Qué tal que pasa algo y no lo veo? ¿Y si todos los han visto y yo no?

Necesidad de pertenencia. Cuando formamos parte de un grupo, y ese grupo hace cosas, tenemos que hacer esas cosas. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de dejar de pertenecer, o por lo menos, ser un marginado del grupo.

Status. Cuando lo intentamos ya tenemos puntos con nuestro grupo social, pero, si logramos superar el reto, wow, ahí sí que ganamos muchos más puntos y escalamos en la jerarquía del grupo. Estaremos de moda, aunque sea un instante.

Posibilidad de influenciar. Hacer el reto nos abre la posibilidad de decirle a nuestros amigos que lo intenten. La presión social es más efectiva cuando el que ejerce la presión se ha legitimado.

Cada uno de esos puntos es una inyección de dopamina, oxitocina y adrenalina ente otros compuestos químicos que nuestro cerebro genera como recompensa. Ahora, júntalos todos y tienes una receta de influencia social y de comportamiento, altamente viralizable.

Dinos que piensas y sientes…